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domingo, 10 de agosto de 2014

Caen - Dieppe en bici 165 km

Noveno día de pedaleo, hoy no me he levantado muy optimista, me he despertado oyendo como caía agua en la calle y me he acurrucado perezoso en la cama. Hoy no quiero pedalear!!! Jajajaja

No tenía muy clara la ruta, había una opción de atajar a Dieppe, destino final de hoy, pero el paso por la desembocadura del Sena lo complicaba. Hay dos pasos y el más corto tenía pinta de acabar siendo autopista. Recalculando la ruta, el GPS me decía que no tenía memoria suficiente. No es que esté muy llena, que puede ser, pero es que se trata de un cálculo muy largo, con muchos datos y no le ha molado nada. Pero para eso están los truquillos. Primero seguiría la ruta trazada original y una vez cruzado el Sena entonces iría metiendo pueblos intermedios para hacerle la ruta más simple y manejando menos datos al GPS. Os puedo asegurar que funcionó.

Resignado a mojarme hasta las cejas, salí despacio de Caen, intentando ver algo en la pantalla mojada del GPS. Y lo que ayer me temía, a unos 25 km de la salida la rueda delantera de repente empezó a hacer más y más ruido, ya a cualquier velocidad. Así no iba a llegar a ningún lado, como se gripara y atascase, a parte de la torta que me iba a dar, a ver como salía de ahí. Lo peor de todo es que era domingo y todo estaba cerrado. Pensé en volverme a Caen, tomarme el día de descanso y el lunes ir a un Decathlon que vi ayer durante la entrada a la ciudad, y comprar una rueda nueva, o buscar un tienda de bicis. El caso era ir a la opción segura, pero viendo que si llegaba a la siguiente ciudad grande y dormía allí tendría las mismas opciones que en Caen o más. Y así avanzo aunque sea poco. Esto conllevaba a dividir la etapa de hoy en dos, pero todo lo que sea avanzar tomó fuerza y así fue la decisión.

De camino, en una de las poblaciones costeras que no me esperaba encontrar y menos abierta, había una tienda de bicis. Aunque Era de bicis de ciudad sirvió, miraron mi rueda y empezaron a desmontarla. Le sacaron los rodamientos, los limpiaron y sustituyeron los que estaban rotos. Lo engrasaron y todo listo. Qué suerte he tenido, rueda arreglada y sin necesidad de hacer planes alternativos.

Pues según iba ya la ruda, y el tiempo perdido en la reparación, decidí coger el atajo, por el interior hasta Dieppe en vez de por la costa con todo el rodeo que conllevaba. Al final salieron menos kilómetros que los planificados.

Llegando a la desembocadura del Sena, el cielo se empezó a poner negro, las nubes avanzaban a una velocidad tremenda y cuando me enfrenté a cruzar el Sena por un puente colgante salvando el río adquiriendo altura, empezó a apretar la lluvia como nunca antes lo había visto. Podía parar pero no había opción. El tráfico, la barandilla, el viento lateral, el agua de arriba a bajó, de abajo a arriba, de los lados... Sólo quedaba chillar un poco y apretar los dientes... Con el cuello retorcido intentando proteger el oído izquierdo porque el viento metía las gotas de agua hasta el tímpano, haciendo equilibrios con el viento para que no me tirara, escupiendo agua por doquier y afrontando primero la subida y luego la bajada, conseguí pasarlo con éxito. Creo que voy a recordar este paso por el Sena toda mi vida. Espero no tener pesadillas.

Pero eso no fue todo. Terminado el tema del puente, la carretera me metía directo a un autopista obligando a las bicis a salirse. Paré y recalculé la ruta con el GPS por el interior y vi que me mandaba por una carretera que sobre el mapa no aparecía. Todo iba bien, paró de llover y aunque el viento era muy fuerte lo tenía a favor. Súper animando me metí por el desvío pero tras unos kilómetros se terminó el asfalto y empezó un camino de tierra con un montón de charcos. Con bici de carretera, con cubiertas finas y con esperanza de que no sea tan malo, me metí con cuidado.

El camino fue a peor, se estrechaba y los charcos ocupaban de lado a lado y varios metros a lo largo. Tuve que cruzar con plato pequeño (dos en bici de carretera) y piñón grande para poder sortear los imprevistos del fondo de los charcos y aún así algún susto y pie al agua me pasó. Tras varios kilómetro mi temor no era pinchar ni caerme, era que no tuviera salida y tuviera que dar la vuelta atrás. No me he parado ni para hacer fotos, iba totalmente concentrado y pringado de barro, la bici y yo, hasta las cejas, pero había que seguir y poco a poco el camino abrió y vi una salida :)

Retomé el asfalto, y aliviado respiré y me limpié con el último charco del camino. Piernas sobre todo y la propia bici también. Pero aún faltaba un último susto. Tras un par de kilómetros, por una carretera solitaria, sin tráfico, sin nada... Me topé con lo que me temía, carretera cortada. Puente levadizo en reparaciones. Prohibido el paso. Y ahora que hacia? Pues qué iba a hacer, nadie por aquí, nadie por allá, pues a cruzar por el puente en reparación. Aparté las vallas y vía libre. Conseguido ya estaba victorioso y en buena ruta.

Esta etapa también era de subir y bajar mucho, otro desnivel acumulado de unos 1.600 km en los 165 km de la ruta. Pero eso no es nada, aún podría haber sido peor. La borrasca y frente frío que había entrado por el oeste me trajo fuertes vientos a favor, que podía haber sido en contra, entonces no hubiera llegado nunca. Aprovechando que por una vez el viento contradecía al dicho ciclista "al ciclista todo le da por detrás menos el viento que siempre le da frente", rodé casi sin pedalear por las lomas a 50 km/h. Una sensación rara porque a esa velocidad y no notar aire, sintiendo que todo está en calma, pero a la vez los setos y los árboles que te rodean se retuercen como locos. Era cómo estar en otra dimensión, viéndolo todo a cámara lenta, sin ruidos, como desde fuera. Muy interesante sensación.

Después de este día completito por lo menos cumplí el objetivo de llegar a Dieppe. Ahora a por la 10 etapa. Mañana Dunkerque.

Lo peor de hoy sin duda fue cruzar el puente sobre el Sena y lo mejor el aire a favor. Creo que está más que bien explicado el porqué. Hasta mañana chicos.  












3 comentarios:

  1. Buenas noches Jero...mientras tu sufres tales inclemencias aquí nos asamos de calor....pero aun así he sentido esa lluvia en la cara y aun peor esa molestia en el oído. ..menos mal que el ratito de volar favor lo ha hecho olvidar...vaya aventura..eh ?.....¿seré yo capaz algún día de realizar un viaje asi?...ya sabes que el primero que tengo en mente es el Camino de Santiago...que mejor que estrenarme en mi propio pais.. pero querer hacerme La Provenza( mi gran sueño) ya es otro cantar...en el fondo me da miedo hasta pensarlo y seguramente se quede solo en eso, un sueño inalcanzable para mi...mientras tanto sueño y vivo con los tuyos.....gracias por compartirlo con nosotros. Un besazo muy grande y a por la décima. Cuidate aventurero.

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  2. Madre mia que montaña has cruzado tu para conseguir 1600 km de desnivel???😜me alegro que despues de todo hayas podido continuar. Mañana belgica que lo pasaran en un suspiro y un pedo. Que pena que el tiempo no te acompañe. Mi padre me preguntó hoy cuando pasabas por Almere. Bueno amigo mio. Espero que mañana te acompañará el tiempo. Aunque dudo que el viento va a para (es uno de los inconvinientes de vivir en un pais plano) que por lo menos sea a favor. Un abrazo y cuidate mucho.

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  3. Vaya jornada dura! Menos mal que el viento a favor (fenómeno raro en ciclismo, pero que cuando se da se disfruta mogollón) puso el broche final a la misma.

    Besos campeón

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